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Arco mesolítico de Holmegaard

REPDP001

Nuevo

Reproducción en madera del arco mesolítico de Holmegaard (160 x 4-5.5 x 1 cm)

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65,00 €

Información

Reproducción de arco mesolítico
Reproducción en madera del arco mesolítico de Holmegaard.
Hemos reducido la potencia de las palas para que pueda ser utilizado por cualquier persona en demostraciones y actividades de dinamización y difusión del patrimonio arqueológico (no es un arco de caza o de tiro deportivo). Incluye cordaje elaborado en fibra natural (lino), con refuerzo central y marcador de culatín.
De todos los arcos que presentamos en nuestro catálogo es el de más fácil manipulación.

** Recomendaciones
Le recordamos que para utilizar esta reproducción debería estar en posesión de una licencia federativa o tarjeta deportiva (no es necesaria licencia de armas al estar clasificado en la categoría 7ª.5. Ver licencia de armas y clasificaciones). Recuerde que sólo debería hacer uso de este arco en lugares apropiados. Si lo utiliza en un espacio del tipo parque arqueológico, sería recomendable tener un seguro de responsabilidad y cumplir ciertas normas de seguridad. Más información en AEDAR.
** No es juguete. No apto para menores (siempre bajo la supervisión de un adulto).

Origen y utilización del arco
Cuándo comenzaron a usarse los primeros arcos es sin duda uno de los temas más conflictivos en el estudio de las armas prehistóricas. Algunos autores defienden su origen en el paleolítico superior, tanto por la existencia de puntas de flecha como por el hecho de que las técnicas de enmangue, elaboración de adhesivos y trabajo de la madera (preparación de venablos para enmangar puntas de azagaya), fueran de sobra conocidas desde el solutrense (Inicios de la arquería prehistórica, Trabajos de Prehistoria 1999), incluso en el paleolítico medio e inferior. Es decir, tenían el conocimiento, pero la evidencia arqueológica nos obliga a retrasar el uso del arco hasta los períodos de transición al neolítico (en la misma linea la arqueología americana intenta explicar las diferencias entre proyectiles y puntas coincidiendo con la transición del Atlatl al arco (American Antiquity 1999, Journal of Archaeological Science 2008, Arqueo-Situla 1994, Paleo 1992, Cattelain 2006).

El arco de Stellmoor (Alemania), en madera de pino, es en realidad un conjunto de fragmentos cuya datación se asocia con los ástiles y armaduras de flecha en madera de pino halladas en este yacimiento cercano a Hamburgo. La antigüedad se calcula en unos 11.000, tratándose por tanto del arco más antiguo con una cronología que roza el final del paleolítico.

Tadeusz Galinski descubrió en 2010, en una turbera próxima a la localidad de Bolkow (Polonia), varios fragmento correspondientes a 6 arcos elaborados en madera de fresno y olmo. Datación estimada entre 9600 años y 8500.

Nuestra reproducción está basada en los arcos de Holmegaard (Acta Borealia 2002 y Periodekursus 2014). Se trata de arcos simples elaborados en madera de olmo (flatbow) con la empuñadura estrangulada. Aparecieron en una turbera danesa y presentan una edad aproximada de 9.000 años (7000 a.C, mesolítico). Uno de ellos mide 150 cm (ver reconstrucción) y el otro (fragmentado) presenta una longitud estimada de casi 180 cm. Están considerados como el arquetipo de los arcos mesolíticos (imagen). Hay algunos ejemplos más, como el discutido y problemático resto de Manheim (L'Anthropologie 2006) en madera de pino y apenas 40 cm de longitud (Alemania, Magdaleniense).

Los ejemplos aumentan a medida que avanza el mesolítico (7500 años), especialmente en Dinamarca durante el periodo denominado Ertebolle (5400-3.600 a.C), estando la mayoría construidos en madera de olmo: Horsens Fjord (2011) con una antigüedad que ronda los 6700 años (4700 aC), Ringkloster (1,54 metros y cronología similar al anterior. Grabado). Muldberj otro arco simple con sección en D (ver imágenes en este enlace). Mollegabet (imagen1, imagen2). Tybrind Vig (reconstrucción y grabado del original), un yacimiento en el que además se encontraron restos de remos, canoas y anzuelos (Journal of Danish Archaeology, 1985).

De cronología inferior a los arcos mesolíticos y uno de los mejor conservados en Europa, es el último hallado en el yacimiento catalán de la Draga (en realidad se han encontrado varios). Con cerca de 7000 años de antigüedad y una longitud de 108 cm, este arco fabricado en madera de tejo podría tratarse, según los investigadores, del arco de un adolescente (ver original y reconstrucción experimental de uno de los arcos de La Draga).

También en perfecto estado de conservación es el arco simple hallado en un glaciar cercano al paso de Schnidejoch (Suiza). El arco, de 160 cm de longitud y confeccionado en madera de tejo, estaba dentro de un carcaj de abedul que conservaba perfectamente las cintas de cuero para su cierre y dos puntas de flecha en el interior. La cuerda del arco se elaboró usando fibras animales. Su datación ronda los 6500 años (4500 aC. Ver Journal of Quaternary Science 2007) y la historia del hallazgo es cuando menos sorprendente, culminando con el descubrimiento de un zapato y de perneras fabricadas en piel de cabra (hasta ahora se pensaba que esa especie sólo existía en Asia). En 2013 se halló en Rodbyhavn (Dinamarca), el extremo de un arco fechado también en el neolítico. En el area de Oppdal (Escandinavia) se hallaron varios fragmentos correspondientes a unos 5 arcos del tipo longbow (Antiquity 2015). En el yacimiento neolítico de Clairvaux y con cronología de finales del neolítico, se halló el fragmento de 82 cm de un arco en madera de tejo, similar a otros encontrados en la zona del Jura (Les sites néolithiques de Clairvaix II, p 188, Petrequin 1986). En 2014 se halló un fragmento de arco (en posición vertical), en una antigua línea de costa en Lolland, Dinamarca, donde se hallaron otros elementos neolíticos como un hacha enmangada, utensilios de pesca (arpón para pescar anguilas), incluso pisadas humanas asociadas a un sistema de pesca con trenzados y estacas.

Uno de los arcos más famosos es el que portaba cierto individuo de finales del neolítico (hace 5000 años) e inicios de la Edad del cobre, mundialmente conocido gracias a su fantástico estado de conservación. Los restos de Otzi u Hombre de los hielos, fueron descubiertos en un glaciar entre Austria e Italia en 1991. Entre sus muchas pertenencias se encontró un arco inacabado de 1,82 metros, confeccionado en madera de tejo. Además del arco se hallaron varios ástiles con las puntas enmangadas y restos de emplumado.

Ya posteriores serían los arcos hallados cerca de Bristol (Inglaterra) de Meare Heath y Ashcott Heath, ambos con cronología cercanas a los 4700 años (2800 y 2600 a.C respectivamente), elaborados en madera de tejo y del tipo flatbow (Ver Proceedings of the Prehystoric Society 1963).

Ver ficha de ástiles

Referencias: The bow and arrow in prehistoric Europe (p 18 y ss), The development of the bow in western Europe (AP3A), Apparition et évolution de l'arc et des pointes de flèches dans la preéhistoire (BCW 2004)   cómo fabricar el arco mesolítico de Holmegaard, The revolution of the bow in Europe, Recherches sur les armatures de projectiles du PS au Néolithique (2006), Microlithic variability (2010), The mesolithic in Europe (UISPP 1985), L'Utilisation de l'arc et de la fleche a travers les decouvertes archéologiques (BSPF 1978), Bow, spearthhrwer or both?, y Espacio, tiempo y forma 2012 para la funcionalidad de las puntas solutrenses).

© MLC

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Reproducción en madera del arco mesolítico de Holmegaard (160 x 4-5.5 x 1 cm)

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