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REPVA013
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Botella cilíndrica ( 7 x 8 cm)
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Reproducción de botella cilíndrica con asa
Reproducción mediante la técnica de soplado, de botella de base circular y cuerpo cilíndrico de un sólo asa con embocadura abierta y labio fino. Asa con acanaladuras rehundidas. Ligeros tonos verdosos. Un ejemplar similar está depositado en el MAN (1981/115/8), con una cronología que ronda el siglo II d.C. Encontramos otros paralelos en la tumba 12 de la necrópolis de San Miguel del Arroyo (CPAUAM 1990, 178 y 181).
La botella es una edición limitada y está elaborada siguiendo protocolos de arqueología experimental en vidrio soplado. Por este motivo, tanto el tamaño como la coloración y el envejecido, pueden variar sensiblemente a tonos traslúcidos y verdes.
Origen del vidrio
Todo parece indicar que las primeras producciones relativas al vidrio se remontan al tercer milenio a.C en Mesopotamia y Egipto bajo al forma de pequeñas cuentas y barritas. Hacia mediados del segundo milenio, y en ambas territorios, se documentan los primeros vasos, recipientes y demás objetos de vidrio obtenidos mediante diferentes técnicas como la cera perdida, el moldeo, los núcleos de arena o el tallado.
En el siglo Ia.C es cuando se desarrolla la técnica del soplado, probablemente en Siria y Egipto, y algo más tarde el soplado sobre molde (S Id.C), técnicas que permitirán producir grandes cantidades de objetos abaratando costes de producción. En poco tiempo, y gracias a las extensas redes comerciales de la época y a la expansión del imperio romano, el vidrio se convertirá en un elemento habitual de la civilización, con todo tipo de usos, desde láminas de vidrio para cerramiento de ventanas (RVP 2001), a menaje de vajilla, recipientes de uso funerario, almacenaje, adorno o piezas de juego. (E. Alonso Cereza UCM 2010).
¿De qué está hecho el vidrio?
El vidrio es un material transparente o translúcido no cristalino, duro y frágil, que se obtiene fundiendo una mezcla de sílice (supone el 75% de la mezcla, por lo que eran muy valoradas las que presentaban menos impurezas), fundente (sustancias que ayudan a disminuir la temperatura de fusión, principalmente la sosa, ya sea de origen mineral o vegetal. El fundente constituye el 20% de la mezcla), y cal en proporción del 5% (la cal aumenta la estabilidad química y mecánica del vidrio). Además se añadían otros elementos secundarios como el calcín (fragmentos de vidrio reutilizado), que aporta homogeneidad al producto final), oxidantes como el antimonio o el magnaneso para decolorar el color producido por las impurezas y colorantes a base de óxidos metálicos (E. Alonso Cereza, RAH 2005,176 y ss)