Tablero de juego romano I

Tabula lusoria de triple recinto
Réplica en mortero marmóreo de una réplica en mármol de tablero de juego romano de triple recinto del Museo Arqueológico Regional de Madrid (MAR). Las fichas se han elaborado en mortero silíceo a partir de los originales en hueso del yacimiento de El Rasillo (Barajas, Madrid), S. I-II d.C.
Aunque se desconocen el modo de juego y el nombre original en época romana (erróneamente denominado duplum molendinum), es probable que se jugara de forma similar a la del "alquerque de 9" medieval (ver ejemplos en el siguiente párrafo).
Algunos movimientos y reglas de este juego de estrategia nos recuerdan al tres en raya y las damas.

Tablero de triple recinto romano (Mulva Munigua, Sevilla), alquerque de 9 visigodo (Revilla La Baja, Salamanca) y alquerque de 9 medieval (San Miguel de Fuentidueña, Segovia)

Los juegos de mesa romanos
Los romanos eran muy aficionados a todo tipo de juegos. Los que se practicaban sobre tableros (tabulae lusoriae), eran muy apreciados, practicándose en todo tipo de lugares y por todas las clases sociales. En la península la mayoría son tableros fijos (cerca del 77%), utilizando losas del suelo como en los yacimientos de Puig Castellar (S.II d.C, AEA 94, 2021) o Hispalis (Gerion 32, 2014), incluso las gradas y orchestra de teatros como el de Mérida o Itálica (Zephyrus 56, 2003, p.162). En menor proporción están los tableros portátiles, generalmente de arcilla (como el del yacimiento sevillano de Mulva Munigua), madera o mármol, siendo los de mármol muy escasos en la península (C. Jiménez, Anesteria 3, 2014).

Los hay de varios tipos. Los tabulae circulares (generalmente de 4 radios aunque también de 8 o más, incluso con circunferencias interiores y diseños más complejos), muy abundantes en Itálica (Habis 4, 1973), probablemente para jugar con fichas pero también con canicas o tabas.
Los tableros reticulados, (Labrujulaverde.com), con más o menos casillas (7x8, 8x8, 10x9), se utilizaron para jugar al ludus latrunculorum o latrunculi (BSAA, 64, 1998), un juego de estrategia a caballo entre las damas y el ajedrez, muy bien documentado en el NO de la Península (J. Fernández 2017).
Los tableros cuadrangulares, generalmente del tipo triple recinto, permitían jugar a un juego que presenta similitudes con las damas y el tres en raya. Realmente no se conocen las reglas o cómo lo denominaban los romanos. Se supone que serían muy similares a las del "Alquerque de IX" medieval (descritas en el S.XIII a través del códice Alfonsino,  Alberri 24, 2014), cuyo tablero es exactamente igual.
Actualmente también se lo denomina en varios países centroeuropeos y Rusia "juego del molino", quizá por su similitud con cierta parte de los molinos de aceite (que es una de las acepciones de Alquerque en el diccionario de la RAE).

Dado que el juego persigue alinear tres fichas consecutivas (tres en raya o "molino", en latín molendinum), y que se pueden conseguir "dos molinos" usando una ficha común, la denominación se ha "latinizado" bajo la forma "duplum molendinum" o "doble molino", sin embargo, esta denominación, muy corriente en internet, no aparece documentada en restos epigráficos, paleográfcios o arqueológicos, porque lo que

Cómo jugar
La colocación de las piezas, en la primera fase, es fundamental. Según el códice Alfonsino, lo juegan dos jugadores. 18 fichas, 9 de cada color por jugador. En una primera fase, los jugadores van situando por turnos las fichas en cualquiera de las 24 intersecciones vacías del tablero, intentando colocar tres fichas en raya (molino), o colocándolas de tal forma que evitemos que nuestro oponente lo consiga (sólo valen alineaciones horizontales y verticales, no diagonales). Una vez se han colocado todas las piezas, estas se pueden mover de una en una, a una posición adyacente siguiendo las líneas del tablero (sin saltar por encima de una ficha o en diagonal), para obtener más "molinos" (tres en raya). Cada vez que un jugador lo consigue, puede retirar una pieza cualquiera al oponente, a excepción de las que ya forman un molino (podrá hacerlo si no le queda otra opción). Si se consigue "doble molino", se pueden retirar dos. Sin embargo hay autores que indican que no se pueden crear molinos en una misma línea. El juego termina cuando uno de los jugadores se queda con dos fichas o no puede realizar movimiento alguno (Ver vídeo de cómo se juega al alquerque de 9 (Aburbecondita). En realidad el juego presenta muchas variantes de reglas según países (actualmente se juega en todo el mundo), de hecho, ya hemos mencionado que no se conocen las reglas de época romana. Algunos autores incorporan reglas accesorias para evitar la creación de molinos "en bucle". Cuando se consigue un "tres en raya", el jugador no podrá en la siguiente jugada desplazar una ficha para volver a crear otro "tres en raya" idéntico en la siguiente, debiendo esperar uno o dos turnos para volver a hacerlo (moverá otras fichas). Murrar sugiere que al principio se usarían tres dados para determinar quién empezaba colocando las fichas. Para Scadler los dados no se utilizarían en el posicionamiento inicial, sino en los desplazamientos (ver Alberri 24).